Laberinto de espejos.
Reflejos.
Múltiples realidades se entrecruzan, mezclan, combinan, fusionan, componen y enlazan.
Todas.
Todas, conviven en Fritz.
Un cura demacrado, delgado, pálido, desmejorado, cadavérico, chupado, consumido, con cachetes rojos, cansado de vino tinto.
Una puta vieja, gorda, mustia, aburrida, vacía, etcétera, pobre, desdichada, decadente y estéril.
Un hombre que baja de la montaña, con la palabra en la boca y fantasea con distintas metáforas. Ficciones.
Un político artista, que se confunde con un payaso triste.
Un verde muy parecido (idéntico) al dorado.
Una verdad, que en el discurso del poderoso, es mas verdad. Le da asco. Vomita verde bilis amarga, ácida y agria.
Un Dios muerto.
Un trescientos veintiocho mil novecientos cuatro.
Un Dios vivo, que no respira.
Un pibe, en blanco y negro, sucio, obsceno, impuro, con grasa y mal olor.
Un maestro que enseña que no sabe.
Todas.
Todas, deliran, curan, enferman, juegan a la escondida.
Piedra libre en el espejo.
Atrás del espejo nada.
Delante, nada.
Martín Bordenave
3 comments:
Bien Martín. Es muy bueno, te felicito. Esta bueno tener compañeros con tanto talento para las palabras. Saludos.
No se si aportaré algo al blog, pero lo intentaré. Gracias Patricia.
Alejandro Araya
Gracias Araya! Es demasiado! Es solo intuición!
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